viernes, 18 de febrero de 2011

#58

Un día, con doce años, Adrián salió de su habitación con un cordón negro en el cuello a modo de colgante. No tenía ninguna joya ni adorno, a excepción de una serie de nudos repartidos por toda la extensión de la cuerda. Sus padres le preguntaron al respecto, pero él se encogió de hombros y sin dar más explicaciones, dijo que le gustaba.

Desde entonces, todos y cada uno de los días de su vida llevó aquél cordon negro con nudos al cuello. Varias personas quisieron saber el por qué de tan extraño adorno, pero él siempre daba una respuesta parecida. Nunca le explicó a nadie el tema del cordón, y tal vez no tenía nada que explicar. Sin embargo, aquellos que llegaron a conocerle el tiempo suficiente se dieron cuenta de que muy de vez en cuando, el número de nudos disminuía. Sencillamente un día había un nudo menos que el día anterior. Por supuesto, aquellos que lo notaron sabían a esas alturas que preguntar era algo inútil, así que no lo hicieron.

La vida de Adrián fue como tantas otras. No fue una vida digna de una novela de aventuras, ni mucho menos. Tuvo sus éxitos y sus fracasos, por supuesto. Más fracasos que éxitos, como suele ser habitual, pero fue una vida al fin y al cabo. Tampoco vivió demasiado.

Lo único sorprendente fue que cuando le encontraron muerto en su cama, se dieron cuenta de que el cordón de Adrian descansaba liso, sin un solo nudo, sobre su cuello sin vida.

11 papeles encontrados:

E * dijo...

Yo te creí cuando me dijiste que leíste mi relato a las 3. 35 a.m. Ahora deberás creerme a mí: yo podría ser Adrián...
También usaba un cordón negro con nudos hace mucho mucho tiempo.
Ya no lo uso y creo q el no hacerlo supone algo muy bueno para mí. *

Un beso o 2 !

Una dijo...

Motivos, que no nos falten nudos.
Me has dejado un sabor amargo a tristeza, a ver si lo arreglas en breve.

Ojosnegros dijo...

Así se van desgranando los días de nuestra vida, pero son nudos invisibles.
Besos y feliz fin de semana.

Belén dijo...

Los nudos muchas veces dan mucha vida...

Besicos

Francisco Espada dijo...

El misterioso colgante de la cuenta atrás: cinco, cuatro, tres, dos, uno, cero.

silvia zappia dijo...

cuando
los nudos
se deshacen...

nada*




besos

Isabel Tejada Balsas dijo...

me gusta la idea de que conforme el tiempo avanza los nudos se deshacen...y no al revés

Vega Pasión dijo...

La vida esta compuesta de nudos aunque sean invisibles y nos nos demos cuenta que estan ahi...
La historia de Adrian es muy triste...pero a todos nos pasa algo parecido solo que no usamos un cordon negro lleno de nudos para dia tras dia ir contando los dias que nos quedan por vivir...
Precioso pero amargo...

Besos,Vega Pasión.

Vero. dijo...

que bonito y triste a la vez...

Erev dijo...

¿Y lo que mola anudarse,qué?
Besos.

Yelen dijo...

desaparecio...

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