martes, 11 de enero de 2011

#44

Su voz era tan límpida que cada vez que las palabras salían de su boca, el aleteo de los pájaros sonaba como millones de tambores tronando al unísono. Su voz era agua, era luz. Era la pureza misma, más leve y más frágil que una gota de lluvia en el instante antes de estrellarse contra el suelo. Era el hilo de oro con el que se unen las palabras sagradas que ya nadie pronuncia. Su voz era cristal de bohemia materializándose en el aire una fracción de segundo, y desvaneciéndose ante tus ojos antes de que estuvieses seguro de lo que habías visto.

Hasta que dijo “te quiero”, y quebró el cristal en mil pedazos.

8 papeles encontrados:

Ojosnegros dijo...

Suele pasar, pero tenía que decirlo; si no, no hubiese sido una voz, sólo habría sido una ilusión.
Un abrazo.

Irene dijo...

Qué difícil es crear magia y que fácil destruírla.

Iosune De Goñi dijo...

y qué fácil se crea una magia mucho mayor con la propia destrucción de la misma.

Luardid dijo...

El poder de esas dos palabras, ese poder creador y destructor. Me quedo con ganas de saber más de esta historia... eso significa que has escrito un texto que atrapa.

Ernesto Pérez Vallejo dijo...

Ja ja que cabrón, (con cariño) eres muy grande. Abrazos.

Rebeca Serrada Pariente dijo...

Es de esas típicas voces que puede retransmitir un programa de radio e hipnotizarte, hasta que escuchas las sandeces que dice y despiertas del letargo
(sandeces mayores que las temidas dos palabras y ocho letras) ^^

J. dijo...

Exacto. Y en el puto Corte Inglés dicen que no lo cambian ya, porque lo compró en rebajas.

Desilusionista dijo...

Ojosnegros, lo mismo el cristal roto tampoco queda tan mal.

Irene, será que por eso es magia. Lo mismo si fuese más fácil nos daría igual.

Su, verdad que sí? Que hay grietas en cristales que ni hechas a propósito!

Luardid, me alegro de que te haya gustado. El resto te dejo que te lo inventes, así no hay decepciones ;)

Pecado, que se van a enterar los demás!:P Un abrazo!

Rebeca, ese es el problema: tú te pones a escuchar y cuando quieres darte cuenta estás en una secta!

J, se lo merece. Eso le pasa por comprar en el Corte Inglés.

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