martes, 19 de octubre de 2010

#1

Después de probarlo un par de veces, he decidido morirme al menos una vez al mes. Pero no se equivoquen, no lo hago por capricho. No se trata de que el tiempo allí sea mejor (cuando uno está muerto siempre hace ni frío ni calor), de que la compañía allí sea más agradable, del dinero que ahorro en comida, de evitar levantarse temprano o de que tenga una imperiosa necesidad de Dios o del diablo (según haya tenido el día). No es eso. He decidido morirme al menos una vez al mes simplemente porque me he dado cuenta de que es cuando más me quiere la gente. Cuando estoy muerto.

Claro que tiene sus inconvenientes y luego, cuando uno resucita, hay que andar pidiendo disculpas a todos. Afortunadamente ustedes son bastante comprensivos. Y además, nadie le guarda rencor a nadie por morirse, ¿verdad?

0 papeles encontrados:

Publicar un comentario